Decíamos en la nota anterior referido a estas carreras de “Jeeps” que se disputaran en nuestro departamento, que despertaron en su momento el interés por su realización y que no sólo se organizaron en esos 3 años de 1960-1961 y 1962 en Soriano, sino que también se disputaron en otras zonas de la República.
Quienes siguieron lo transcripto en la primera de estas notas, podrán relacionar aquello con lo que decimos y mostramos a continuación.
Recordamos como la organización de estas competencias despertó el interés de los vecinos de las diferentes poblaciones y parajes por los que se circuló, trasladándose muchos de ellos de un sitio a otro para apreciar la pericia de los pilotos y de sus acompañantes, todos ellos hacendados, comerciantes, mecánicos, deportistas también algunos, pero impulsados sólo por la alegría de competir, de mostrar una nueva actividad y la preponderancia de la unidad que tripulaban.
Nombramos entre los participantes a don Jorge Méndez con su copiloto Abel Vera, a Rodolfo Aserito con Trujillo, a Carlos Borio acompañado por Ernesto P. Galarraga quien también piloteó uno de estos vehículos y cuya foto acompañamos.
Recordamos también a Roberto Cerdeña con Prestes de copiloto, a Oscar Martínez, a Hugo Garmendia , a Orestes Echezarreta , a Sixto Pouso , Sady Gorgal, Néstor Leguisamo, Jorge Bianchi de Nueva Palmira, a Humberto Bruno con su hijo Juan Bruno, “el curtido Ruben Glatti”, Dardis Vera, Topolansky, Diego Bastreri, Alberto Novo, Emanuel Gauthier, entre quienes participaron en alguna de estas competencias entre las unidades conocidas como “Jeeps” y con seguridad nos quedarán muchos nombres más.
Las competencias que contaron con la organización del Aero Club Mercedes, fueron tres con el recorrido de casi todo el departamento en cada una de ellas, las que se disputaron como dijimos, debido al interés que habían despertado, en los años 1960- 1961 y 1962.
Las dos primeras fueron ganadas de punta a punta por el binomio Jorge Méndez- Abel Vera y la tercera que también iban ganando aquellos no llegaron en punta pues rompieron el tanque de nafta a poco de la llegada y fueron superados por Rodolfo Aserito con su copiloto Trujillo.
Sirvieron estas competencias para demostrar, primero la fortaleza de los vehículos de esas características, como también la pericia de los participantes, la prolija organización de la institución propiciante y el espíritu deportivo de aquella gente participante en todas esas actividades.
En la hoja de ruta, como dijimos, se especificaban prolijamente todos y cada uno de los inconvenientes que podían encontrar los pilotos, con sus desvíos, lugares peligrosos, marcando los metros entre cada obstáculo o desvíos, curvas, badenes, cruces de trenes, como así también edificios, entradas a estancias conocidas, cañadas y otros obstáculos dignos de mencionarse.
Se indicaba por ejemplo que a los 7 kms.500 mts. se llegaba al Paso de la Cruz- a los 25 kms. 200 mts. se indica La Estancia “La Ibérica”- a los 34 kms. 200 mts. se menciona al comercio Pagani.
36 kms. se han recorrido hasta la Escuela rural Nº. 38 en Rincón de Cololó- a los 46 kms.400 encontraban la estancia “La Gloria” y enseguida se prevenía que existía público en San Dios, destacándose que debía circularse con cuidado lo que se repetía 15 kilómetros más allá al llegarse a Saca Chispa.
Se mencionaba luego las estancias “Las 3 Marías”, la “Santa Rosa” y “La Estanzuela”, como puntos de referencia alternando con los inconvenientes del propio camino.
Dejamos en parte este “raconto” para no fatigar a los lectores ni a los conductores y seguimos haciendo mención a lo que significaron esas competencias.
Tal vez el entusiasmo que despertaron estos desafíos, más la profusa actividad automovilística de entonces, animó luego a los amantes de estas disciplinas a conformar un grupo que finalmente pudo concretar la construcción del Autódromo de SADAM, destinado a otras máquinas de competencia, pero donde también se disputó alguna prueba de jeeps.
En el ínterin se corrió una carrera en la Rambla mercedaria siendo ganador Carlos González Bellini que piloteó el jeep de Jorge Méndez.
Este tipo de carreras se llevó luego, a otras localidades participando en la organización de beneficios para escuelas, instituciones deportivas o sociales, como en Dolores, Nueva Palmira y zonas de la línea, siempre con buen éxito.
Siguiendo con la hoja de ruta se volvía a la ruta 14 a los 77 kms. 100 mts.- se tomaba por Coquimbo hacia Palmitas, luego Egaña- Risso- Drabble a los 194 kms..- se seguía por Duraznito, Perdido, pasando por escuelas, capillas, comercios, surtidores de nafta, todo lo que se detallaba prolijamente, datos que debía observar el copiloto.
Se pasaba por Cardona saliendo por el cementerio, circulando luego hasta Santa Catalina, siempre por caminos vecinales, los que planteaban mayores dificultades; luego se entra hacia San Martín, Perseverano, Machado, buscando el paso por Palo Solo y a poca distancia Cañada de Nieto- siguiendo una serie de desvíos para alcanzar la población de Agraciada, cruzando puentes sobre los Arenales, Espinillo entrando luego a Dolores buscando el desvío hacia Villa Soriano desde donde se enfilaba hacia el arroyo Las Maulas, luego el Asencio y la escuela en aquel tiempo, buscando luego seguir hasta el Aero Club Mercedes, donde finalizaría la competencia luego de 487 kms.900 mts.
Era tal el entusiasmo despertado por estas competencias que Roberto Cerdeña (uno de los participantes) hizo imprimir en pequeñas cajillas de fósforos su imagen como piloto y la de una de las largadas en la Rambla mercedaria
Los vehículos utilizados con motores de diferente potencia fueron los Willys Overland y los Land Rover.
Agradecemos especialmente a quienes nos han aportado datos, fotos y recuerdos de estas pruebas, en forma especial a Santiago Giúdice, Martha Nonnenmacher de Borio, Martha y Cecilia Méndez, Nancy Vera de Sosa, Piquín Montero y Carlos Bruno entre otros.